Esta obra se terminó el día 25 de Octubre; mide 34.5 x 27,7 x 4.5 cm y ha sido realizada con cuello de vaca y badana, con las técnicas de endurecimiento al fuego, teñido con tintes minerales, grabado al agua y diversas técnicas de acabado.
Ha supuesto una inmersión en las aguas de la creación, no puedo decir que dichas aguas estuvieran agitadas, más bien se mantuvieron en calma. Ahora, un mes después de su finalización, miro estas fotografías con extrañamiento hacia mi propia obra, con un sentimiento de que se ha alejado de mí, de que ya ha empezado su nueva existencia y percibo cierto cambio en los elementos que la constituyen, aunque me sería muy dificil concretarlo. Cada fase por la que hemos atravesado Bitácora y yo mismo para recrearnos, me asalta alla donde poso la mirada sobre su constitución actual. Aún no nos hemos despedido, aún reposa protegida en el taller que la ha parido. Queda poco para que vengan a buscarla. Hemos dilatado la separación, sabiendo que siempre estaremos cerca.
Ruth, cuidaros.
Gracias de nuevo a Héctor Bermejo que ha sabido respetar en sus fotografías un que se yo qué que yo me sé; no en vano ha vivido casi día a día su gestación.
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