Suspendido entre lo que fue y lo que pudiera ser, el cuero aguarda el soplo creativo conteniendo en su íntima estructura una chispa latente de Vida deseosa de nacer a una nueva forma de existencia. A veces, si se trabaja con la debida compasión, se consigue que esa chispa vuelva a brillar y anime la obra dotándola de carácter. Selim

19 feb 2014

Primer Taller de Expresión y Educación Creadora en Granada

   Hace aproximadamente 6 años, mientras trabajaba de acompañante en un proyecto pedagógico en Monachil, orientado hacia la educación activa, el respeto y el amor hacia las criaturas, tuve oportunidad de formarme en diferentes aspectos relacionados con este proyecto. Así asistí a varios cursos en Bilbao con Josemi  Castro, uno de ellos sobre el taller de pintura y sobre el de arcilla, y el otro sobre expresión oral. 
   El concepto de deriva personal de Umberto Maturana, en el cual descansaba el proyecto pedagógico, coincidia plenamente con el aplicado por Josemi Castro en sus talleres.
   Entendí en ese momento que la deriva personal es lo que había tratado siempre de respetar en mi caminar por este planeta.Y de respetar en l@s demás, con mejor o peor suerte, eso otr@s lo dirán.
   Ahora me lanzo a preparar un espacio donde poder desarrollar un taller de arcilla, que cumpla las condiciones de la educación creadora, con gran ilusión y dedicación hacia tod@s aquell@s de vosotr@s que queráis participar en el mismo.En.........

ITINERE SCHOOL
C/Natalio Rivas 1,2 dch.  
  (Detrás del Instituto PADRE SUAREZ)

 958 994 731 o 689 649 949


VIERNES de 18 a 19h.




La Educación Creadora

    La Educación Creadora establece unas condiciones en las que todas las personas pueden sentirse seguras y afirmarse sin depender de un modelo.



    El desarrollo de la capacidad creadora para cualquier  circunstancia de la vida se basa en la posibilidad de reencuentro con todo lo que se tiene de diferente,  original y personal, sin inhibiciones y lejos de la exhibición. Libre de modelos, comparaciones y juicios, el miedo desaparece, los limites se rompen y se evoluciona más allá de lo que imaginamos ser capaces. Así se  puede improvisar, investigar, crear y desarrollar la actividad más seria y rigurosa que  existe: el juego.

    Las condiciones de la educación creadora propuestas por Arno Stern para pintar son el fundamento de nuestro trabajo, habiendo  investigando su aplicación a otros materiales como la arcilla, al trabajo con la expresión oral y el  juego de configuración,y a cualquier otro  aprendizaje. A partir de ello hemos forjado el  concepto de deriva personal.



Condiciones
  
  Para que un juego funcione,es necesario que tenga lugar en unas condiciones de libertad: la existencia de un grupo heterogéneo, trabajando al margen del juicio y donde existe un educador que asume un rol muy particular.



   Estas condiciones que creó Arno Stern en su taller de pintura son difíciles de encontrar en nuestra sociedad. Sin embargo son las que permiten a las personas expresarse y hacer cualquier aprendizaje sin limitaciones.




El grupo heterogéneo


    Cuando se reúnen personas de diferentes edades, diferentes formas de pensar y distinta procedencia lo que destaca es la diversidad. En el seno de un grupo de estas características, es posible ejercer el derecho a ser uno mismo, sin modelos, afirmarse entre las diferencias de los demás y crecer con el propio espacio, al propio ritmo y con intereses propios.
 

   Cuando las personas son agrupadas por edades y se les somete a un mismo programa de aprendizaje, se les uniformiza y se comparan entre si de forma inevitable.



    En un grupo heterogéneo las personas, manifiestamente diferentes, no se comparan e inician unas relaciones exentas de competitividad. Entre ellos no se establece ninguna expectación ni compostura. Nadie espera nada de nadie, la diferencia se acepta como algo consustancial a cada uno y al grupo,y por tanto todos pueden manifestarse como son sin necesidad de fabricarse máscaras e imágenes que haya que soportar después.





Un espacio de no juicio


    Cuando, como educador, lo que tienes delante son personas diferentes en procesos de aprendizaje y crecimiento, la posibilidad de emitir cualquier tipo de juicio sobre su trabajo desaparece.



    En contraposición a lo que sucede en esta sociedad, en la que permanentemente se hace todo para buscar aceptación de los demás y se opina y se enjuicia absolutamente todo, en los talleres se habla de todo tipo de cosas pero nunca de lo que se trabaja. De este modo las personas quedan liberadas de trabajar para los demás pudiendo aparecer entonces sus auténticas necesidades.



    Trabajar al margen del juicio significa que el temor desaparece y la capacidad de jugar e investigar se dispara; de este modo se accede a un proceso fluido en el que no existe el error como tal, sino que es incorporado como parte de un proceso natural en el que los límites se rompen y se va, en cualquier aprendizaje, mucho más allá de lo que uno pudiera imaginar.


El rol del educador/a


    La persona que asiste un juego hace que se cumplan ciertas reglas para que nunca deje de serlo. Su actitud y formación le impiden juzgar, extrañarse, reaccionar, asombrarse o sentirse orgulloso de lo que hacen las personas con las que trabaja. No enseña, no acelera ni retarda procesos, no roba descubrimientos. Sabe respetar el ritmo de cada persona. No corrige ni interpreta. Hace que el trabajo sea agradable. Su rol es servir. Preservar el espacio de trabajo de miradas ajenas y de la indiscreción y así­ hacer posible la existencia de espacios de libertad.



    Cuando alguien inicia un proceso, el simple hecho de tener al lado una persona que no le juzga hace que, con el tiempo, consiga dejar de juzgarse a sí mismo entrando en un juego ilimitado.



La deriva personal

    Cualquier persona, al nacer, viene dotada de capacidades y herramientas, partiendo de los instintos más básicos, para relacionarse con el mundo que le rodea. Esta relación basada en la apertura y la curiosidad se va ampliando y haciendo más compleja con el paso del tiempo.



    Si existen unas condiciones de libertad para el aprendizaje, donde este se guí­e por necesidades e intereses propios, nunca se dará de forma lineal sino que se organizará en forma de "estructura arbórea", dónde unos conocimientos se conectan con otros en una "deriva personal", sin un orden lógico externo y aparente quizás, pero con un profundo orden interno.



Taller de arcilla

    La investigación que aquí se lleva a cabo es con el espacio y el volumen. Hay un contacto directo con la materia, que es una arcilla roja con un alto grado de plasticidad. Hay una serie de utensilios de trabajo como palos, vaciadores y alambres pero la herramienta fundamental son las manos.



   El espacio personal de trabajo, inicialmente es una torneta que puede girar manualmente y que permite trabajar masa de arcilla por todos los lados. Este espacio puede ampliarse añadiendo tablas, una junto a otra, cuando el volumen de trabajo lo requiere.


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