Restauración de un Vergajo.

foto:Héctor Bermejo

   
   Me ha llegado una pieza de piel para restaurar al taller, estaba en parte descosida y con la trenza para la muñeca rota. Para realizar el cambio de la trenza he tenido que deshacer un poco más el cosido para acceder al interior de la pieza, y qué me encuentro dentro?, no sabría explicarlo muy bien, era una mezcla entre tendones o piel momificada y comprimida, me asalta la curiosidad sobre ese material del que está relleno la pieza y que le confiere sus características de dureza a la vez que una determinada flexibilidad, supongo idónea para su uso en el mundo de las caballerías.

Vergajo deteriorado

   La pieza pertenecía al bisabuelo de Pilar y la denominaba vergajo. Pilar es de Aguilas, provincia de Murcia. Estando la pieza aún en el taller recibo la visita al mismo de otra amiga que reconoce el instrumento denominándolo Vervajo, la cual es de la misma zona, en este caso de Cartagena, y me contaba que estaba colgado sobre el sillón del salón de su casa familiar y que bastaba el gesto de su padre de ir a tocarlo para que la tranquilidad volviera a reinar en el hogar, hay que decir que nunca fué golpeada por el, pero la mera presencia del mismo era instauradora de la paz romana.

  Comienzo a buscar y la primera definición que encuentro dice asi:

-Látigo corto hecho de cualquier material flexible.

   Hasta ahí era obvio, continuo buscando y esto es lo que aparece:

-Verga del toro que después de cortada, seca y retorcida, se usa como látigo.

   Etimológicamente el nombre proviene de Verga (miembro viril), y este a su vez del latín "virga",palabra que significa en dicho idioma rama, vástago, retoño.

   Y si, esto es lo que hay en el interior de esta pieza, la trenza se inserta en el glande que a su vez hace de empuñadura y el cuero con flecos en un extremo la contiene.

    No deja de sorprenderme los usos de la piel en esta cultura ibérica que nos inunda, en esta “piel de toro” que es la Península.

Vergajo restaurado